jueves, 25 de febrero de 2010

La Comunidad Babeque

La Comunidad Babeque ha sido creada para facilitar a los alumnos del Colegio Babeque Secundaria su integración a una vida competente. A través de ésta, los alumnos pueden recibir artículos, documentos y ejercicios de sus profesores y comentarlos de vuelta.

El enlace a la Comunidad Babeque es:
http://www.babeque.edu.do/secundaria/site2/

Utilízala responsable y respetuosamente.

lunes, 30 de marzo de 2009

viernes, 27 de marzo de 2009

Animales de crianza en el Siglo XIX.


El hato ganadero del Siglo XIX era una gran extensión de terreno dedicada a la crianza de ganado. Generalmente, colindaba o la cruzaba un río o algún arroyo. La yerba era la nativa del territorio, por lo que se cotizaban los terrenos llanos de pastizales y matorrales pequeños.

Los hatos eran lugares de autosubsistencia. En ellos había conucos y crianza de gallinas y pollos, y muchas veces de otros animales domésticos.  Además de la casa principal del señor hatero y su familia, estaban las casas de los trabajadores, talleres de reparaciones, y todo lo necesario para la vida en ese lugar.

Por igual, las plantaciones de caña de azúcar también eran lugares de autosubsistencia.  Además de la siembra, cosecha y molienda de la caña, se encontraba en los predios conucos y crianza de animales para consumo de los trabajadores.

En los campos, el campesino acostumbraba tener, al igual que hoy día, gallos y gallinas, cerdos y otros animales (en el sur se crían chivos),  y un pequeño conuco de su consumo.
Los cerdos eran el ahorro de las familias en el campo. Con la venta de éstos se conseguía cubrir los gastos imprevistos, o invertir en nuevos proyecto y tierras.

martes, 24 de marzo de 2009

Familias en el Siglo XIX.

Las familias durante el Siglo XIX eran nucleares: papá, mamá e hijos.  Sin embargo, era muy frecuente que las parejas jóvenes vivieran con alguno de los padres, o que los padres ya viejos vivieran con alguno de los hijos.  También era frecuente que algún familiar (tia, sobrino...) viviera con familiares por diversos motivos. En ocasiones una solterona se mudaba con la hermana para ayudarle a criar los numerosos hijos.  Otras veces un tío recogía los hijos huérfanos del hermano. O, incluso, los hijos de los hermanos bajaban del campo a estudiar a la casa del pueblo del tío o la tía.  A veces se ayudaba a un familiar caído en la pobreza acogiéndolo en la casa y se le asignaban labores en el hogar o en el negocio familiar.
Las visitas matutinas o vespertinas entre familiares eran muy frecuentes. Los pueblos y ciudades pequeñas permitían caminarlas sin dificultad, lo que hacía que estas familias fueran muy unidas.  Cuando algún familiar se mudaba a otro lugar lejano, las visitas se alargaban por semanas o meses, por el tiempo y la dificultad que representaban los viajes en la época.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Mapa de la Isla durante la Primera República. 1844-1861.



Nuestro país, que ocupa los 48,198 kilómetros del Este de la isla de La Española o Hispaniola, acababa de proclamar su independencia para la segunda mitad del Siglo XIX.  No era un país rico, económicamente, pero sí poseía unos recursos naturales abundantes.  Numerosos y caudalosos ríos y una frondosa vegetación con gran variedad de bósques.
Los principales puertos en la época estaban ubicados al sur, en la capital de la República, Santo Domingo, y en el norte, el puerto de la ciudad de Puerto Plata. Por este puerto del norte se incentivaba el comercio con diversos países de Europa y con la emergente nación norteamericana, los Estados Unidos.  

Otros pueblos sobresalían en ese tiempo. Santiago, donde en sus alrededores se cosechaba tabaco que se vendía a muy buenos precios en los mercados extranjeros.  Moca y La Vega con su producción de cacao, producto también muy cotizado en los países europeos.  Monte Cristi y otros pueblos de la Línea Noroeste producían ganado y frutos para el mercado haitiano y para consumo de las poblaciones de la isla.  

Por el Sur,  San Juan de la Maguana mantuvo su crianza de ganado de leche e incursionó en la siembra de frutos también para ser aprovechados en la isla.  En las proximidades de las poblaciones de Azua y Baní existían varios ingenios y trapiches que producían azúcar, melaza y ron, tanto para exportación como para consumo interno.  San José de Ocoa empieza a crecer incentivada por la producción de café en las lomas aledañas.  

En la región Este, el Seybo mantenía su importancia; los principales hatos de la isla se ubicaban en esta zona. Higuey también se expande con este mismo incentivo, y, para ese siglo, ya al final, empieza a incrementarse la población en San Pedro de Macorís debido a la instalación de ingenios de azúcar en sus predios.  Samaná es otra población que se destaca para la época; no grande, pero sí importante, y no solo por ser puerto, sino también por el debate político que se dio en el Siglo por la venta o alquiler de sus tierras a naciones extranjeras.

jueves, 5 de marzo de 2009

Vestuario y utensilios personales durante el Siglo XIX.


Viejo con sombrero de cabuya. Se usaban en el siglo grandes y largos bigotes.
 Ropa de niños.
Vestuarios masculinos en diferentes clases sociales, urbanas y rurales.

Vestuarios femeninos en diversas clases sociales, principalmente en pueblos y ciudades.

Cajitas para utensilisos personales.





 Prendas y adornos corporales.